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Foto: El País Cultural. El "tener o no tener· del bien digital. JOE KLAMAR (AFP): Jeff Brezos presentando el nuevo Kindle. |
Aunque yo soy (era) lector de biblioteca y consumidor de música por Spotify, entiendo que algunas personas encuentren un placer especial en la posesión tangible de los libros, asociado a un respeto específico por el concepto de lectura, lo que significa un autor o una obra o por cualquier otra razón. De la misma manera que entiendo que seguidores de un determinado grupo musical puedan tener en el armario una cazadora de cuero de la banda o llenar la pared de posters. Me parece que es una actitud más próxima al coleccionismo o al culto que al tipo de consumo de contenidos (por no decir cultura) al que aspiramos gran parte de la población.
Los lectores de biblioteca no se plantean un derecho de propiedad, sino que simplemente disfrutan de la lectura, más, sabiendo que ese mismo libro estará disponible para consulta inmediata siempre que se requiera de nuevo.
Supongo que hace 15 años ningún escritor se hubieran posicionado en contra de la existencia de bibliotecas y seguramente se hubieran mostrado de acuerdo con políticas que se propusieran ampliar su cobertura y sus fondos, con la idea de conseguir una sociedad mas cercana a la lectura. Pues bien, con los libros digitrales estamos en el umbral de disponer de la biblioteca universal, donde todos pueden acceder, sin desplazamientos, al catalogo de todos los libros jamás publicados. ¡La biblioteca perfecta!, ¿alguien se opone?
El asunto más peliagudo de el nuevo modelo universal de consumo de literatura es, como no, la forma como se remunera al autor a partir de ahorta.
Cuando las bibliotecas eran pocas y los fondos limitados, apenas suponían una competencia al negocio editorial que daba de comer a autores, editores, impresores y distribuidores. Pero el equilibrio se rompe. La oferta de libros digitales desplaza los hábitos de consumo hacia un equivalente a los lectores de biblioteca, que no valoran la posesión del objeto sino el consumo de contenido, con una percepción de valor mucho menor.
Parece que nadie duda que el autor merece recompensa. Si se me apura, el editor también. Hagamos unos números muy simplificados: un autor cobra, en la actualidad alrededor de un 10% del precio del libro vendido. Pongamos 2 euros. Esto daría para que se pudieran vender libros digitales a, digamos 1 euro, teniendo en cuenta que a ese precio, un autor vendería mucho más que a razón de 18€ por ejemplar.
A 1 euro por libro leído, la piratería deja de tener sentido. Podemos hablar de tarifas planas de lectura, accediendo a repositorios universales por 5 euros mensuales, o menos. Un paraíso para la creación y la lectura...
Pero algo cruje. La industria editorial tal como la conocemos, con el tipo de editor al uso, las fórmulas de promoción actuales, los impresores, las librerías y grandes almacenes... todo eso, queda fuera de juego. Esa industria que, lógicamente mira por sus intereses específicos, se queja y se lamenta de, entre otras cosas, que el IVA de los libros digitales está al 21% y que de esa forma los esfuerzos por abaratar los libros digitales son estériles.
Yo creo que no entienden el mercado.-mejor dicho, no lo quieren entender o hacen como que no lo entienden-.
La cuestión no es que si vendo un libro en papel a 15€ -15,6€ con IVA- y uno digital la 10, que con IVA se queda en 12,1€ y la diferencia no es suficientemente atractiva. Tampoco lo sería con el IVA reducido. Si ver una pelicula cuya producción ha costado decenas de millones de euros me cuesta 3€, ¿porqué debería pagar 10 por solo leer un libro que se ha producido con únicamente el trabajo de una sola persona durante algunos meses?.
La cuestión es que la lectura del mejor y más novedoso libro en formato digital debería venderse, como mucho, por 2€. Con IVA quedaría en 2,4€. Si a un autor le llega un euro de cada libro digital leído y cada año se lee, digamos 30.000 veces, ¿no está suficientemente remunerado su trabajo, con una renta vitalicia de 30.000 €?. Y eso por cada libro que publica... y no digamos si de alguno de esos libros lo que vende son 300.000 ejemplares.
Ramon Ananos Sanchez Mi sitio privado como profesional del marketing Gestion, Marketing e Internet en Zaragoza Email: rananos@factorid.com Google